Los orígenes del violín en la música orquestal se pueden rastrear hasta los inicios del S XVII. Anteriormente se hallaba muy extendido por toda Europa pero carecía de todo prestigio. El primero en incluirlo en música de Cámara fue probablemente el italiano Monteverdi, que lo utilizó en algunas de sus operas.
Luego empezó a ganar lugares en la Música de Cámara, hasta llegar a ser indispensable en cualquier orquesta moderna.
En cuanto al rol que juega en la Orquesta, El tono del violín hace que se destaque por sobre los otros instrumentos, haciéndolo apropiado para hacerse cargo de la melodía. Además, puede ejecutar rápidamente largas series de notas.
Las orquestas suelen tener bastantes violines, y se dividen en Primeros y Segundos Violines. Habitualmente los primeros se encargan de la melodía mientras que los segundos se ocupan de la armonía (música de acompañamiento una octava más baja que los primeros).
El violín en la orquesta se ubica en la sección de cuerdas al lado izquierdo y es importante ya que con el se pueden tocar notas agudas.